En la grafica, el Arq. Miguel Fiallo, Rector de la UNPHU
y también Rector de la ADRU. Se puede apreciar a la
Honorable Lic. Ligia Amada Melo de Cardona,
Secretaria de Estado de Educación Superior,
Ciencia y Tecnología (SEESCYT) y demás autoridades
DISCURSO DE NUESTRO EXCELENTÍSIMO RECTOR, ARQ. MIGUEL FIALLO, TAMBIÉN RECTOR DE LA ADRU DURANTE LA CONFERENCIA ANUAL «UNIVERSIDAD, EMPRESA Y LA INVESTIGACIÓN»
Lic. Ligia Amada Melo de Cardona, Secretaria de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCYT)
Sres. Miembros de la mesa directiva y de nuestra Asociación Dominicana de Rectores de Universidades (ADRU)
Sres. Representantes del Empresariado Nacional
Ilustrísimos Rectores, Vicerrectores, Decanos y Personal Académico y Administrativo que nos acompañan, Invitados Especiales, Distinguidos Conferencistas
Señoras y Señores:
La Asociación Dominicana de Rectores de Universidades (ADRU) se complace en dar apertura a su conferencia anual, bajo él titulo “Universidad, Empresa y la Investigación”, como un aporte de esta institución al país.
La ADRU, fundada en 1980 y con 15 instituciones académicas asociadas, orienta su misión a la integración del sistema de educación superior. Asimismo, dentro de su rol de promotor de desarrollo de la Educación, la Ciencia y la Tecnología, impulsa iniciativas en el campo de la educación y colabora en el Estado y la Sociedad Civil. Es dentro de este marco que auspiciamos este encuentro.
Las primeras universidades salieron de los claustros de los conventos durante el siglo XII. La docencia era la única fusión de aquella institución primigenia. La ciencia, hasta los siglos XVII y XVIII, avanzaba por actuaciones individuales y de determinadas sociedades. En ese estadio, las universidades no participaban en el proceso de generación de conocimiento y se limitaban a transmitirlo. El añadir la investigación a la docencia, como misión universitaria, constituye una revolución, una primera gran revolución.
Hoy, al principio del siglo XXI, las universidades se enfrentan a una segunda revolución que comporta una nueva función: Fomentar el desarrollo económico del entorno a través de la transferencia de tecnología y de la relación universidad-empresa. En ese nuevo escenario, los investigadores tienen que contribuir, como antes, a la ampliación del conocimiento a través de la investigación. Sin embargo, la universidad de nuestro tiempo tiene tres misiones: la docencia, la investigación y el desarrollo económico del entorno en sus labores de extensión a través de la transferencia de tecnología y la colaboración con la empresa.
Siendo así, el reto para las universidades es conseguir un equilibrio entre las tres responsabilidades y evitar que la que se ha añadido más recientemente, la de intercambio de tecnología y de colaboración mutua universidad-empresa, opaque el buen desarrollo de las dos tradicionales.
Debo señalar que la transferencia de tecnología, proceso mediante el cual el conocimiento acumulado en las universidades y los resultados derivados de los proyectos de investigación que se ejecutan en las mismas, se trasladan al entorno empresarial y comercial, es un hecho desde hace muchos años.
El debate debe centrarse en cómo la universidad junto con la empresa deben dar el salto cualitativo, a fin de que la producción de conocimientos se ponga al servicio de las sociedades y se inserten en el mundo globalizado a base de la competitividad.
Para esto los empresarios deben apoyar a las universidades y viceversa, a fin de consolidar el proceso de conocimiento, tan necesarios para ambos.
Reconocemos y felicitamos a los empresarios nacionales al servicio de las instituciones de educación superior, ya que algunas de ellas son patrocinadas y regentadas por empresarios que de una manera u otra dedican tiempo y recursos al desarrollo y fortalecimiento de sus respectivas instituciones, algunos siendo verdaderos auspiciadores y sustentadores de la educación a todos los niveles, aceptando el reto que nos a trazado la época, en virtud de los cambios que exigen los nuevos paradigmas sociales, económicos y políticos.
Permítanme ahora destacar, que el informe UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors, ha afirmado que “de la educación depende en gran medida el progreso de la humanidad”.
Finalmente agradezco la presencia y participación activa de todos los asistentes y colaboradores con este importante evento de nuestra asociación y los exhorto a desarrollar una jornada de trabajo exitosa.
Muchas Gracias.