Emprendedor, arriesgado y audaz son algunos de los términos que se pueden utilizar para definir al empresario Ian Rondón Castillo, quien es el presidente fundador de Gold’s Gym, una exitosa franquicia americana de gimnasios que llegó de su mano al país en el año 1998.
Ian es un joven que no le teme a los retos por difíciles que sean, elemento que lo favoreció a la hora de tomar la decisión de iniciarse en el mundo del “fitness” en un país en el cual, según él, no existía una cultura de gimnasios y mucho menos facilidades interesantes que motivaran a las personas a interesarse en este negocio.
Este visionario caballero de musculosa contextura y firmes decisiones abrió las puertas de sus oficinas para hablar de sus inicios y su trayectoria en el Gold’s Gym, manifestando su satisfacción de poder convertir en realidad un sueño que desde pequeño rondaba sus pensamientos.
Rodeado de trofeos y fotos familiares que le dieron un toque más personalizado a la conversación, Rondón expresó que no le fue complicado involucrarse en este sector, puesto que su madre, Daisy Castillo de Rondón, siempre ha estado relacionada con la industria de la belleza en el país.
De su formación académica explica que luego de terminar su educación secundaria se matriculó en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu), en la carrera de Administración de Empresas, donde se gradúo con honores en 1989.
Luego de esto le llegaron dos oportunidades, una beca para una maestría en cualquier parte del mundo y un cargo como director financiero en una compañía de su familia, en Miami, de distribución de productos de belleza. Se decidió por la última, en la que halló el chance de ejercer su profesión en el mercado americano.
El origen de su negocio en RD, un sueño convertido en realidad
En su conversación con Las Sociales, Ian Rondón dio a conocer que su estadía en Miami no sólo la utilizó para desempeñar un cargo en la empresa que lo llevó a ese territorio, sino que mientras ejercía sus funciones hizo además una maestría de Administración de Negocios en la Universidad de Miami y realizó cursos superiores de Exportación e Importación en la Universidad de Saint Thomas. Un año después de estar trabajando en EE. UU. fue nombrado gerente general de esa compañía de belleza, labor en la que logró incrementar las ventas a un promedio mucho más elevado, tanto en dinero como en cantidad de empleados y salones afiliados.
Con un rejuego entre sus palabras y la firmeza que caracteriza su mirada, explicó que luego de años de experiencia laboral en suelo extranjero, en 1996 regresó a su tierra natal, donde asumió la presidencia de todos los negocios de la familia, decidiendo vender sus acciones de la compañía americana a sus socios en Centroamérica para así concentrar sus esfuerzos en el desarrollo de sus objetivos empresariales dentro de República Dominicana. Al hablar del cómo inició la cadena de gimnasios que dirige, dijo que este proyecto es el resultado de una idea de su madre, quien propuso crear un centro de “salud, belleza y bienestar”, idea que no se hizo esperar y ya a finales del 1997 fue consumada, logrando en un mismo edificio un salón de belleza y spa (Daysi Gran Salón), un restaurante de comida saludable, un laboratorio clínico, un centro odontológico y un gimnasio.
A principios del 1998, Rondón, en sociedad con ocho jóvenes emprendedores, invirtió en la franquicia internacional Gold’s Gym, y en el 1999 dio inicio a sus operaciones formalmente en el ensanche Evaristo Morales, donde está su sede principal, expandiéndose posteriormente a Santiago, a la Zona Oriental de Santo Domingo (Coral Mall) y a San Francisco de Macorís. En la actualidad sus planes de crecimiento continúan.